Durante mi estancia, disfruté de la ubicación cerca del Café Majestic y de un restaurante donde probé un desayuno delicioso. Las habitaciones eran confortables y el personal fue atento en todo momento, facilitando mis maletas al llegar.

Faltaban cortinas de oscuridad, lo que hizo difícil dormir por la mañana. No había ascensor, lo que puede ser un inconveniente para algunos.

Desayuno excelente
Personal amable
Ubicación perfecta

Faltan cortinas oscuras
Sin ascensor
Baño pequeño

ubicación céntrica, wifi funcionando perfectamente, ambiente acogedor

Habitaciones sin ascensor, lo que puede ser un calvario para los jubilados. Y esos baños tan pequeños hacen que uno se sienta como un contorsionista. ¡Mejoren ese espacio!!! Podrían reconsiderar el tamaño de las habitaciones también.

La atención del personal fue increíble.

Mi punto de vista sin rodeos

Este hotel es perfecto para quienes buscan un lugar acogedor y bien ubicado. Las camas son cómodas, el trato del personal es excelente y la limpieza es impecable. Aunque los baños son algo pequeños, el ambiente cálido y las catas de vino diarias lo compensan. Ideal para disfrutar de Oporto.

Despertar por la mañana en Decanting Porto House es como abrir una caja de sorpresas, el desayuno ofrece una variedad de productos caseros tan frescos que parecen haber sido recolectados del jardín en el que soñaste. Cada bocado era una fiesta de sabores, desde croissants tan suaves que casi podrían volar, hasta jugos que hacían bailar a las papilas gustativas.

Baño pequeño

El hotel es acogedor y tiene una ubicación perfecta cerca del Café Majestic, ideal para explorar la ciudad. El desayuno es delicioso, con una variedad de opciones frescas. Además, el personal fue increíblemente amable y nos ayudó con las maletas. Maridito y yo, disfrutamos de un tour de vino cercano.

A mis hijos les hubiera gustado que hubiera un ascensor disponible para facilitar el acceso a las habitaciones.

el hotel está muy bien ubicado, a solo unos minutos de todo, el desayuno estuvo increíble y variado. el personal fue súper amable, nos ayudaron mucho con las maletas y nos recibieron con una copita de vino de oporto, ¡muy nice! la limpieza impecable, la habitación era cómoda y silenciosa, perfecta para descansar después de un día de paseos. me encantó el ambiente del lugar, todo muy acogedor y en buen rollo.

el único pero es que no hay ascensor, y las toallas no las cambiaban a diario.

vuelvo fijo

Habitación increíble con aire acondicionado, TV de pantalla plana y baño privado muy limpio. El cuarto tiene buena insonorización, así que no se escucha nada. El personal te ayuda a reservar y te da buenos tips. Incluso nos ofrecieron una copa de Oporto al llegar. Me encantó el ambiente cordial y cálido del lugar.

El hotel tiene una excelente ubicación cerca de lugares como el Café Majestic y el Puente Don Luis. Las habitaciones son amplias y cómodas, aunque carecen de ascensor, lo que puede ser un inconveniente para algunos. Además, noté que no hay cortinas de oscuridad, lo que puede dificultar el descanso temprano por la mañana.

El Decanting Porto House tiene una atmósfera acogedora que realmente hace que uno se sienta como en casa. Aunque las escaleras son un pequeño inconveniente, la atención del personal hizo que mi estancia fuera maravillosa. La ubicación es perfecta para explorar la ciudad, volví a este hotel con gusto.

El baño era algo pequeño, pero el trato fue exquisito.

La habitación era cómoda, aunque el baño era pequeño y un poco justo para dos. La limpieza estaba a tope, todo muy ordenado. Las escaleras fueron un rollo, sobre todo con las maletas. Pero la cama era buena para descansar después de un día de paseo. La madera de las escaleras además le da un toque cálido y auténtico. A veces se escuchaba algo de ruido de la calle, pero no era tan grave como para molestar demasiado.

una estancia encantadora pero con espacio limitado

La ubicación es muy conveniente, cerca de todo pero sin el bullicio del centro. El personal, especialmente el joven Mateus, hizo que nuestra llegada fuera memorable con su amabilidad. La decoración del hotel aporta un calor acogedor que realmente destaca y hace que el ambiente sea especial.

El baño es bastante pequeño, lo que puede resultar incómodo.

La ubicación es genial, a pasos del metro y cerca de restaurantes. Sin embargo, no hay ascensor, lo que puede ser complicado con las maletas. Hicimos un tour en bicicleta que estuvo increíble y el personal fue muy atento en dar recomendaciones. Las habitaciones son acogedoras y limpias.